5 formas sencillas de almacenar ajo

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Saber cómo almacenar el ajo es fundamental si eres de los que le gusta utilizar esta especia picante durante todo el año. Afortunadamente, existen varias formas excelentes de prolongar la vida útil del ajo en cualquier forma.

¿Cómo almacenar el ajo?

Antes de poder almacenar ajo, es necesario seleccionar los mejores bulbos. Al coger un bulbo, que siempre debe comprarse suelto, debe sentirse sólido y compacto, sin grandes roturas ni descamaciones en la piel. Si el bulbo se siente más claro de lo que debería, es probable que los dientes individuales estén secos. Una vez que encuentre un buen bulbo, si planea almacenarlo por un período de tiempo prolongado, debe evitar pelarlo en dientes individuales, ya que esto prolongará su vida útil. Para la mayoría de personas, almacenar el ajo consiste en colgarlo en bolsas de malla o en un cesto colgante para verduras, permitiendo el correcto flujo de aire, pero evitando el exceso de humedad. Sin embargo, si desea almacenar el ajo durante un período de tiempo más largo, algunos de los consejos siguientes pueden resultarle útiles.

Formas de almacenar ajo

La mejor manera de almacenar el ajo es en un lugar seco y oscuro, a temperatura ambiente y con un flujo de aire adecuado. Otras buenas formas de almacenar ajo incluyen ponerlo en el refrigerador, congelador o deshidratador, asarlo, encurtirlo o guardarlo en aceite aromatizado, por nombrar algunas.

Refrigerador

Si decide guardar el ajo en el refrigerador, colóquelo en el cajón para verduras, ya que esto ayudará a reducir la humedad, el mayor peligro para el ajo. La humedad estimulará la germinación de los bulbos de ajo, lo que los hará menos ideales para cocinar. Debes guardar los bulbos de ajo en el refrigerador hasta que estés listo para usarlos, ya que el proceso de germinación probablemente comenzará uno o dos días después de sacarlos del refrigerador.

Congelador

Una forma popular de almacenar el ajo durante períodos prolongados es en el congelador, pero para ello será necesario licuar o hacer puré el ajo en un procesador de alimentos. En este punto, puedes poner el ajo picado en una cubitera y dejar que se solidifique. Luego puedes guardar estos cubitos de ajo congelados en un recipiente o bolsa hermética hasta que estés listo para usarlos. En ese punto, simplemente coloque uno de los cubos en su sopa o saltee y disfrute del potente sabor, aunque puede disminuir ligeramente durante el proceso de congelación.

Aceite aromatizado

Si secas tus ajos en un deshidratador o al aire libre, puedes colocarlos en un frasco pequeño y cubrirlos con aceite de oliva, luego usarlos cuando los necesites en ensaladas u otras preparaciones culinarias.

Ajo Asado

Puedes asar los bulbos de ajo a 350 grados durante unos 45 minutos hasta que estén crujientes. Este tipo de ajo se conservará casi indefinidamente y tendrá un sabor único que el de los dientes de ajo normales.

Deshidratador

Puedes cortar el ajo pelado en rodajas finas y luego colocarlas en el deshidratador a aproximadamente 115 grados. Una vez que estén completamente deshidratados, quedarán suaves y blanditos. Luego, puedes quitar las puntas de los bulbos y exprimir el ajo, que se puede comer con una cuchara o agregar a cualquier cantidad de platos. El riesgo de que broten también se reduce significativamente y puedes guardarlos en un recipiente hermético hasta por 2 semanas en el refrigerador.